Muchos emprendedores iniciamos negocios para lograr nuestra independencia laboral, desarrollo profesional, para generar mayores ingresos y vivir de él, o porque entendemos que podemos hacerlo mejor, porque siempre hay una mejor manera de hacer las cosas, o o porque en nuestros sueños e ideales anhelamos un mundo diferente, y creemos que podemos cambiarlo, entre otras razones. Tal vez, el pensamiento de muchos se centra en construir una cadena de negocios exitosa que logre sostenibilidad en el tiempo, y hasta un legado familiar. Y es precisamente en esta parte cuando preguntamos, así como emprender conlleva un conjunto de estrategias que incluye plan de negocios, publicidad, mercadeo, entre otros; ¿Por qué no pensamos en lo mismo cuando se refiere a salir de nuestra empresa y/o negocio? Muchos podrían pensar, ¿Para qué una estrategia de salida si no pienso abandonar mi negocio? Esto se debe a que muchos no entendemos el valor de dicha estrategia para garantizar la continuidad del éxito de nuestro negocio. ¿Qué es una estrategia de salida? Es un plan detallado de cómo y cuándo se cosecharán los logros de nuestro trabajo y esfuerzo y qué esperamos cosechar con nuestro trabajo. Muchas personas ven esta estrategia como un plan de abandono del negocio, o cuando me rindo y me voy a casa, o cuando simplemente me retiro. Aunque todos son puntos válidos y son parte de la respuesta, estas aseveraciones resultan incompletas para quienes la estrategia de salida es tan importante y conlleva la misma responsabilidad que la estrategia que utilizamos para desarrollar el negocio. Nuestros planes de negocios deben incluir una estrategia de salida por varios motivos, entre los más importantes está la meta que queremos alcanzar, pues saber qué esperamos obtener en el futuro, nos ayuda a trabajar con más dirección, motivación y enfoque. Si tenemos una meta establecida a 5, 10 o 15 años podemos utilizar mejor los recursos para lograrlo, en vez de intentar crecer a toda costa sin saber a dónde queremos llegar. Otra de las razones más importantes es para obtener el retorno de nuestra inversión. Los inversionistas inyectan sus capitales con el objetivo principal de lograr el crecimiento del valor invertido, más allá de recuperar su inversión. Esta estrategia nos permite poder brindar a los inversionistas y agentes económicos las proyecciones de cómo y cuándo obtendrán beneficios, lo cual es un factor determinante al momento de invertir. La mentalidad de un inversionista es compleja, debido a que no toma en cuenta solo el presente, sino también el historial de un negocio y sobre todo la proyección financiera que ofrece. Por tanto, debemos entender la mentalidad del inversionista, y saber que al momento de respaldar un proyecto, la idea y el equipo son elementos de consideración, sin embargo, más aún lo será la estrategia de salida. Los inversionistas saben que muchos de los proyectos no van a progresar y otros no les darán beneficios pero cuando se está claro de la meta deseada es más fácil evaluar si esa idea y ese equipo son adecuados para lograrla. Y con ello, agregamos un componente adicional para obtener el respaldo del inversionista, dándole las proyecciones que nos brinda una estrategia eficiente de salida. ¿Cómo podemos preparar nuestra estrategia de salida? Primero debemos identificar nuestro proyecto, cómo se puede maximizar el retorno de la inversión (ROI) y nuestras necesidades. Muchos de los emprendedores en Latinoamérica lo hacen por necesidad y en este caso sus necesidades son más importantes y pueden utilizar el modelo llamado paracaídas de oro, éste consiste en sacar dinero del negocio vía grandes sueldos, bonificaciones y gastos. Este modelo es el más utilizado en nuestra región, pero tiene la desventaja de perder valor cada vez que se aplican gastos innecesarios y no se crea una reserva para el día que no podamos trabajar o simplemente se decida abandonar el negocio. Otro modelo es el de dividendos, el cual es perfecto para empresas que ya están operando con beneficios, aunque no es muy recomendable para empresas que deseen crecer exponencialmente, pues el capital estaría mejor utilizado dentro del negocio para maximizar el valor futuro. El modelo que más se está utilizando en los países más desarrollados es vender la empresa. Muchos proyectos hoy en día inician sabiendo que son un fit perfecto para una corporación más grande. Por tanto, de identificarse esta posibilidad, muchos proyectos emulan sus estructuras, sistemas y clima laboral de esas corporaciones para hacer más atractiva esta compra. Llevar la empresa al mercado público mediante una oferta pública, sin lugar a dudas, es el modelo más complejo, no obstante, si se hace de la forma correcta puede ser el de mejor resultado. Cotizar en bolsa de valores viene con muchos beneficios entre ellos el acceso a capital y el renombre y reconocimiento que recibe tu marca y empresa. Para emprendedores e inversionistas representa una oportunidad de vender parte de sus acciones y poder recuperar su inversión. Para lograr el mayor beneficio de esta estrategia es recomendable contar con personas experimentadas en el área. Finalmente, es primordial no olvidar tres datos importantes al momento de elaborar su plan de salida. Primero debe ser interesante, en otras palabras, un buen retorno de la inversión. Segundo, tiene que estar bien detallado, es necesario saber cómo se piensa lograr esta meta y en cuánto tiempo. Y tercero, el plan debe ser realista. Como emprendedores anhelamos y soñamos emular historias de éxito como Microsoft o Facebook. Sin embargo, así nuestro negocio pueda llegar a superar estos dos ejemplos, no olvidemos que el éxito se garantiza con metas precisas, pero sobre todo alcanzables en plazos razonables. Para concluir les deseo mucho éxito en sus proyectos y ojalá que este artículo les haya sido de utilidad. Les exhorto que al momento de desarrollar sus planes de negocio se acerquen a su consultor financiero para ver qué tipo de estrategia les conviene a usted y su proyecto.

@harryheinsen twitter/instagram medium.com/@harryheinsen www.heinsenglobal.com e- mail: harry.heinsen@gmail.com

(La importancia de la estrategia de salida)