IV Edición: Recursos energéticos & mineros

La oportunidad que tiene el desarrollo sostenible está en los resultados de la investigación científica

El estudio de los materiales permite descubrir nuevos usos y proponer prácticas de reciclaje, de reincorporación a procesos industriales o de nuevas aplicaciones.

La ingeniera Nubia Céspedes ve un gran potencial en la investigación y la ciencia de los materiales, porque señala que, a partir del conocimiento de la composición, estructura, síntesis, procesamiento, propiedades, desempeño y funcionalidad estos sistemas, es posible viabilizar políticas como la innovación, la transferencia tecnológica, la economía circular y el uso eficiente de los recursos naturales, incluidos las fuentes de energía.

“Desde el conocimiento de la naturaleza de los materiales es posible identificar tiempos de vida media útil y con ello características de desgaste, deterioro o biodegradación”, afirma.

Céspedes forma parte de un grupo investigación que ha venido desarrollo diversos estudios sobre materiales “composites”, que buscan satisfacer necesidades puntuales y que han permitido la reutilización de residuos de minería (arcillas), polímeros y vidrio, entre otros. “En otro sentido, desde la educación he podido establecer que la combinación de procesos de formación con enfoques de investigación hace partícipe al estudiante y su entorno en la identificación de problemáticas ambientales y en la construcción de propuestas de solución comunitaria”, apunta.

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¿Ha sido la sostenibilidad el eje transversal que ha cruzado sus investigaciones durante los últimos años? Coméntenos cuáles han sido los avances y logros que ha obtenido en términos de innovación para la sostenibilidad.

Si, desde el conocimiento de las propiedades en materiales arcillosos y sus aplicaciones en el campo cerámico, se han logrado, no solo incorporar materiales considerados desechos como el vidrio, el papel o la cascarilla de arroz sino que, con la inclusión proporcional en materias primas, se  logran mejoras significativas en propiedades mecánicas, en la optimización de las temperaturas de sinterización, en aplicaciones de nuevos materiales y en usos innovadores para el sector de la construcción; así mismo, se ha estudiado el potencial de fibras vegetales (guadua) para mejorar cualidades en textiles y prendas antibalísticas para uniformados de la Policía Nacional de Colombia; actualmente, se proyectan nuevos estudios y campos de aplicación.

Desde las perspectivas de construcción de paz y respeto por el medio ambiente, con la Policía Nacional de Colombia se han identificado especies vegetales alternativas para sustitución de cultivos ilícitos en regiones especificas de Colombia, con aplicaciones innovadoras que den mayor valor agregado; pero, con propósitos de rentabilidad económica y sostenibilidad ambiental.

 

Partiendo del título de su última conferencia: Economía circular, retos en innovación para la sostenibilidad, ¿Cuál es el reto para aplicar el modelo de economía circular en Colombia?

En mi opinión, son varios los retos que desde las líneas de política de implementación generadas por la Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC), situación que implica un trabajo exigente en investigación e innovación con el concurso de diferentes entidades gubernamentales y de la iniciativa privada, con el fin de impactar positivamente el entorno ambiental, el recurso hídrico y las fuentes naturales de energía. En estos términos, destaco las siguientes líneas de acción:

Innovación en educación ambiental: Formulación y desarrollo de ideas innovadoras que lleven a aprendizajes significativos y proactivos, que aporten a la sostenibilidad ambiental desde la gestión, el aprovechamiento racional de los recursos, la reutilización y el reciclaje de sobrantes, con el fin de llegar a lo que se denomina “residuo cero”.

Decidido apoyo estatal, gubernamental y comunitario, para el desarrollo de habilidades creativas, desde un aprendizaje orientado a la solución de problemas que lleven a la clasificación, procesamiento y alternativas de uso y reutilización de los residuos que se producen en los centros urbanos y en las zonas rurales trabajando de manera articulada con las comunidades, líderes ambientales, organizaciones del estado e instituciones de educación superior, apoyadas por los empresarios.

Fomento de la sensibilización y responsabilidad ambiental. Con el fin de facilitar la gestión de los residuos, porque si desde el punto de generación se separa y se adoptan prácticas de acopio, valoración y disposición, es mucho más fácil reincorporarlos a los procesos de reutilización.  Para ello, el reciclaje debe verse como un proceso de producción que requiere inversión y operarios con calidad de vida laboral, donde una de las principales metas es garantizar la seguridad y salud en el trabajo, con condiciones laborables dignas y no en la informalidad como se realiza en muchos escenarios.

Fomento a la resiliencia y la tolerancia como ejes de desarrollo social y ambiental en las comunidades.

Aprender la importancia del cumplimiento de los códigos y leyes, derechos y deberes que facilitan las relaciones interpersonales y la convivencia ciudadana; promover la innovación social para el cumplimiento de las normas, con el debido seguimiento y alternativas para los procesos sancionatorios contemplados en las legislaciones; esto conduciría a que la economía circular desde las perspectivas doméstica y comunitaria tenga más y mejores resultados.

 

¿Cuál es la etapa más importante para aplicar la economía circular en los productos?

Es importante reconocer, desde el mismo diseño, el tipo de material residual y el impacto que va a generar en las etapas de producción, uso en vida útil y disposición final, porque el proceso es integral; la naturaleza se mueve entre “condiciones de equilibrio” térmico, mecánico y químico; luego, desde una mirada sistémica, todos los productos y residuos, en términos de la sostenibilidad ambiental, deben ser compatibles con buenas prácticas de fabricación u obtención, uso y disposición final de los residuos. Esta debe ser el comportamiento ante cualquier bien material o servicio.

 

Desde el punto de vista de la industria, ¿cuáles son las barreras a vencer para la integración de la sostenibilidad en los procesos? 

- El bajo reconocimiento social de que toda transformación, física o química, requiere energía y afecta el medio ambiente.

- La escasa admisión de que es responsabilidad de los productores, procesadores y usuarios, de todo tipo, adoptar mecanismos que prevean, mitiguen, compensen o reparen la alteración que generen y eso solo se logra con una planeación y estudio del impacto ambiental, que lleve a proponer estrategias y acciones de prevención como una etapa determinante.

- La persistencia de instancias que bajo el pretexto de la empleabilidad promueven actividades marginales de selección y acopio de residuos, en condiciones laborales exiguas y de supervivencia.

- El bajo nivel de observación, actualización y cumplimiento de la legislación y la normatividad ambiental.

- El poco interés por el conocimiento, la escasa articulación con la academia y la alta renuencia por las iniciativas de investigación, desarrollo e innovación.         

 

En su experiencia, ¿cómo es el panorama de Colombia en términos de ciencia, tecnología e innovación para el logro de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿Y en la región?

En Colombia, las iniciativas de investigación, innovación y transferencia tecnológica residen básicamente en la Academia, representada por Instituciones de Educación Superior (Universidades y el Servicio Nacional de Aprendizaje–SENA). Por supuesto, existen varias instituciones públicas (el Instituto Nacional de Salud, el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA, el Instituto Colombiano del Petróleo – ICP, el Instituto Geológico Minero – Ingeominas, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi – IGAC, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia – ICANH, entre otros) y privadas (Incitema, Corpogen, Agrosavia, CIAT, entre otras), cuyo deber ser redunda en actividades de I+D+I. Bajo el auspicio del Ministerio de Ciencia,  Tecnolgía e Innovación, estas entidades adoptan y despliegan planes de acción que se articulan con los objetivos de desarrollo sostenible promulgados por la ONU y la Agenda 2030 del Espacio Europeo, que por demás hace parte de las iniciativas que comparte el Departamento Nacional de Planeación.

En la región Latinoamericana y del Caribe entiendo que los planes de investigación, innovación y transferencia tecnológica, con proyectos muy definidos en ciencia de materiales y energía, avanzan con decisión en México, Brasil, Argentina y Chile. Sin embargo, las preocupaciones por la huella de carbono de las actividades antrópicas, la descarbonización, la deforestación, las emisiones de gases de efecto invernadero, y el cambio climático son de amplio dominio social y reclaman planes y acciones contundentes por parte de los gobiernos y de las mismas comunidades.

 

¿Qué consideraciones cree usted deben hacerse en el marco de las políticas para potenciar la ciencia, la tecnología y la innovación en pro del desarrollo inclusivo y sostenible de Colombia?

  1. Fomentar la formación del talento humano al más alto nivel académico (doctorado) en ciencias básicas e ingeniería, con apoyo financiero completo para los estudiantes y recursos para la formulación y realización de los proyectos de investigación (tesis).
  2. Establecer planes nacionales de investigación, desarrollo e innovación, con enfoque concreto y financiación específica, amplia y suficiente, en áreas estratégicas del conocimiento y la formación establecidas en la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación – CINE.
  3. Impulsar y estimular, en las entidades del sector productivo, la creación funcionamiento de unidades de investigación, desarrollo e innovación, con vinculación de talento humano al más alto nivel de formación académica.
  4. Vincular, en forma prioritaria, a los procesos de educación básica, la información y desarrollo de contenidos vinculados con el conocimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.