La necesidad de gestionar riesgos relacionados a la cadena de suministro del comercio internacional siempre ha existido. El contrabando de mercancías, tráfico de sustancias prohibidas, animales y personas, productos ilícitos y adulterados, corrupción y soborno, lavado de activos, son solo algunas de las amenazas a considerar cuando hablamos de comercio ilícito, y que representaron para el 2022 perdidas equivalentes a USD$2 trillones para el comercio mundial, según la UNODC.

Asimismo, la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC) plantea que el comercio ilícito en la región ascendió a US$210 billones para el 2022, en sectores como: textiles, productos médicos, bebidas y alimentos, cigarrillos, cosméticos, juguetería, electrónicos, entre otros, afectando no solo los sectores y actores involucrados, sino también a los consumidores y la competitividad de toda la cadena de abastecimiento.

Según Thomas Reid “La cadena es tan fuerte como su eslabón más débil». En este contexto hace alusión a la necesidad de crear sinergias a todo lo largo de su estructura para lograr los objetivos de manera eficiente y sostenible para todas las partes interesadas. Para esto es necesario analizar: ¿Quiénes conforman nuestras cadenas de suministro? ¿Cuáles y quiénes son nuestros comerciales? ¿Estamos haciendo la debida diligencia de depuración? y ¿Cuál es su nivel de criticidad? De la misma forma, ponderar los controles que estamos aplicando para mitigar la materialización de los riesgos relacionados con nuestra actividad comercial y su impacto sobre nuestros objetivos.

Por un lado, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) adoptó el Marco SAFE, como resultado de las sesiones en Bruselas en el 2005, para asegurar y facilitar el comercio mundial, planteando una gestión integral para las mercancías y una asociación más estrecha aduana-aduana, aduana-empresa, y con otras instituciones u organismos vinculados. De aquí nace el programa de Operador Económico Autorizado (OEA) liderado por la Dirección General de Aduanas (DGA) en nuestro país, el Customs Trade Partnership Against Terrorism (CTPAT) para los EEUU, Partners in Protection (PIP) en Canadá, Nuevo Esquema de Empresas Certificadas (NEEC) en México, entre otros, administrados por las aduanas correspondientes de cada país.

Por otro lado y no menos importante, ante la necesidad de agilizar este intercambio de mercancías, la Organización Mundial del Comercio (OMC) propuso el Acuerdo de Facilitación del Comercio (AFC) que entró en vigencia en Febrero 2017, con el objetivo de simplificar la circulación de mercancías a través de las fronteras que, dentro de otras disposiciones y como factor común en estas iniciativas, plantea un sistema integral de Gestión de Riesgos (en lo adelante GR) a nivel nacional para agilizar el levante y despacho de las mercancías basado en su perfil, evitando discriminaciones arbitrarias o injustificadas, respetando la legislación local de cada una de las partes.

Reconociendo esta necesidad, hace 25 años se creó la Alianza Empresarial por un Comercio Seguro – (BASC por sus siglas en inglés) que promueve la creación de sinergias público-privadas para generar cultura de seguridad en la cadena de suministro, a través de la implementación de requisitos mínimos de seguridad basados en riesgos. Esto, a su vez, con el objetivo de que las empresas puedan demostrar cumplimiento y disminuir su nivel de riesgo ante las autoridades y otras partes involucradas. Esta iniciativa voluntaria es bien vista por los organismos del estado, países de destino y actores en la cadena, ya que agiliza el intercambio de mercancías, mitigando verificaciones o retrasos innecesarios, a la vez que eficientiza el uso de sus recursos en general.

Por lo antes expuesto, entendemos que la implementación de sistemas de gestión basados en riesgos constituye un factor de éxito para las empresas y actores relacionados al comercio internacional. Cada vez se hace más evidente la necesidad de generar confianza a través de la GR y demostrar cumplimiento de requisitos internacionales en el intercambio de mercancías a nivel mundial. “Debemos hacer de la eficiencia una obsesión nacional”, en palabras de nuestro pasado presidente del capítulo BASC Dominicana, Erik Alma, para lograr nuestra meta de ser un Hub Logístico Regional, seguro y confiable.