El sector privado dominicano ha dado muestras de su gran compromiso con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y su rol como actor relevante para que las empresas puedan lograr modelos de gestión alineados a estos propósitos.

Debemos reconocer, que cada vez es más larga la lista de empresas que implementan una estrategia de sostenibilidad y que buscan alinear todos sus procesos de gestión, administración, comunicación y relacionamiento, para impactar de manera positiva a sus stakeholders. Sin el apoyo de la comunidad emprensarial las acciones por una transición global hacia una economía más verde y sostenible no tendrían el impacto deseado.

Recordemos que en el mes de septiembre la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado a que las empresas presenten sus planes de acción climática antes de la COP26 en noviembre 2021, y que revelen su exposición a los riesgos climáticos como parte de la ronda de conversaciones sobre el cambio climático global.

En el mapa interactivo de riesgos regionales para hacer negocios del Foro Económico Mundial, de las 10 principales preocupaciones mundiales en aumento para las empresas, la “pérdida de biodiversidad” y las “catástrofes naturales” fueron el segundo y tercer riesgo que aumentaron en importancia en la actual crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

Tomando en cuenta lo antes expuesto, cabe resaltar que el sector turístico dominicano tiene clara la necesidad de redoblar los esfuerzos por un turismo regenerativo para la sostenibilidad y el planeta, fundamental para impulsar la recuperación de la industria y los empleos han sido impactados a causa de la pandemia. Este propósito abre la oportunidad de innovar e invertir en experiencias turísticas más diversificadas, inclusivas, auténticas y resilientes, como ha expresado la Organización Mundial del Turismo.

Turismo sostenible

Definitivamente el impacto de la pandemia del COVID-19, ha generado un reto para que este sector pueda levantarse y recuperarse. Hemos visto las medidas y esfuerzos del gobierno dominicano en coordinación con el sector privado, acogidos a las medidas y tendencias globales, para relanzar el turismo y lograr la meta para el final de 2020.

Ante este escenario, aporta el tomar en cuenta las buenas prácticas mundiales de turismo sostenible y promover los avances que tenemos como país en la industria local, ya que esto permitirá visibilizar las iniciativas y acciones que desarrollan las empresas del sector para aportar al desarrollo sostenible del país.

La República Dominicana tiene un fuerte patrimonio cultural y ecológico para promover esta actividad económica fuera de las grandes ciudades, con una buena propuesta turística de desarrollo local que empodere a las comunidades y destinos hacia una oferta menos masificado. Poniendo en valor que este año fue celebrada la edición del Día Mundial del Turismo con el lema “Turismo y desarrollo rural”.

Los públicos son cada vez más conscientes y críticos del accionar de las empresas, una invitación a reflexionar sobre la importancia de ser cada vez más sostenibles. Las personas valoran aquellas marcas que toman en cuenta factores sociales, que actúan de manera coherente con el medioambiente y sean más éticas y transparentes, a la vez que brindan una experiencia atractiva, segura y placentera.

Es un buen momento para comunicar sostenibilidad, mostrar un turismo que además de ser diverso y de gran potencial, es socialmente responsable. Asegurar que los viajeros del país y el mundo conozcan todo lo que pueden disfrutar en una experiencia más local, y con la seguridad que se ofrece a través de este tipo de oferta.

Comparto algunas recomendaciones para este periodo post COVID-19 que pueden aportar a la promoción de lo que ya se está haciendo y fomenter avances:

• El uso de plataformas digitales se ha convertido en la principal fuente de consulta de quienes viajan. Los países que han lanzado campañas para activar el turismo interno están creando sus propios espacios virtuales que presentan las experiencias turísticas sostenibles del destino asociadas por ejemplo al ahorro de carbón. Aquí tenemos oportunidades.
• Crear actividades centradas en la comunidad, gastronomía saludable, alojamientos en zonas rurales, transporte ecológico y otros. El Consejo Mundial del Viaje y el Turismo lanzó una campaña para promover el sector solo en las redes sociales y su interés es que los viajeros piensen en las repercusiones positivas que los viajes tienen para las personas y comunidades, un ejemplo de promoción de este de manera sostenible.
• Incentivar la inversión en el desarrollo de experiencias sostenibles a partir de la innovación. Los emprendedores tienen la capacidad de participar en la recuperación del sector creando iniciativas hacia un turismo más ecológico y justo. Como ha hecho la OMT con la puesta en marcha de una competición dirigida a startups alrededor del mundo que lo promuevan desde la sostenibilidad.
• Diseñar una estrategia de comunicación que de manera innovadora promueva esta importante visión y conecte con los públicos claves desde lo que ya existe y que unifique toda la oferta que existe.
• Realizar tours virtuales para mostrar la experiencia las evidencias y poder generar una primera impresión de una oferta basada en esta visión y compromiso.
• Diseñar campañas digitales y realizar challenges basadas en este tipo de ofertas locales, resaltando la esencia de cada zona, que integre testimonios sobre la experiencia y hacer a las audiencias participes y voceros de una propuesta turística sostenible.

Podemos contar las múltiples historias y los avances que se han logrado en turismo sostenible y que deben ser modelos para replicarse. Lo bueno hay que comunicarlo. En una de sus frases Nelson Mandela dijo que “Para inspirar a los demás sirve usar el trabajo de otros”, así que debemos promover, impulsar, replicar y aplaudir todas las acciones que están generando bienestar y progreso a nuestra gente y que además nos permiten proyectar una imagen positiva de nuestra nación ante el mundo.