Restablecimiento del programa EBT piden líderes en Georgia
Varios líderes de Georgia, entre ellos el vicegobernador Burt Jones, el senador estatal Blake Tillery, John Burns y el representante Matt Hatchett, están instando al estado a financiar el Programa de Transferencia Electrónica de Beneficios de Verano (Summer EBT) para el año 2024.
A pesar de ser uno de los 15 estados que han optado por no participar en el programa, Georgia enfrenta la preocupación de líderes sobre la inseguridad alimentaria de los niños durante el verano. Esta preocupación surge porque, para muchos niños, las vacaciones escolares significan la pérdida de acceso a los almuerzos escolares, que a menudo son su principal fuente de nutrición. La falta de seguridad alimentaria básica para los niños, quienes son los miembros más vulnerables de nuestras comunidades, podría tener repercusiones significativas que no pueden pasarse por alto.
La decisión del estado de no participar en el programa en enero ha llevado a rechazar potencialmente decenas de millones en fondos federales destinados a apoyar a familias de bajos ingresos.
Esta decisión fue tomada cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) lanzó el nuevo Programa de Transferencia Electrónica de Beneficios de Verano para Niños (Summer EBT) para el verano de 2024. Este programa, diseñado para complementar los Programas de Nutrición de Verano existentes, SNAP y WIC, proporcionaría beneficios en forma de fondos precargados en tarjetas, que las familias podrían usar para comprar alimentos. Los niños elegibles, la mayoría de los cuales califican para almuerzo gratis o a precio reducido, recibirían $120 en beneficios de alimentos durante el verano ($40 por mes).
Dado que casi el 64% de los estudiantes de las escuelas públicas de Georgia califican actualmente para recibir almuerzo gratis o a precio reducido, más de 1 millón de niños en el estado podrían haber calificado para los beneficios que ofrece el USDA.
Según estimaciones del Centro de Investigación y Acción sobre Alimentación (Food Research & Action Center), esto habría resultado en más de $138 millones en beneficios para las familias de Georgia este verano. Esta medida es considerada crucial por los defensores, ya que el verano es un momento especialmente crítico para los estudiantes que dependen de las comidas escolares.