Aerolíneas reembolsarán dinero por modificación de vuelos

El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) anunció cuáles son las nuevas normas definitivas para las aerolíneas. Estas buscan solucionar dos de los problemas que experimentan los viajeros: la obtención de reembolsos y las tasas sorpresas al final del proceso de compra.

El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, señaló que los pasajeros deben conocer los costos finales de sus boletos al momento de reservarlos. Así como también tienen derecho al reembolso de su dinero cuando corresponda.

Añadió que estas nuevas normas para las aerolíneas evitarán un dolor de cabeza a los usuarios que deseen viajar. Las compañías aéreas estarán obligadas a plantear alternativas ante cancelaciones, retrasos o modificación de vuelos.

Airlines for America, un grupo comercial que representa a las principales aerolíneas del país, emitió un comunicado tras conocer el anuncio. En este afirmaron que sus miembros “cumplen y, a menudo, superan” las normas de protección al consumidor del DOT.

¿Qué implican las nuevas normas para las aerolíneas?

La normativa impulsada por la administración de Joe Biden aborda estos dos aspectos:

Reembolsos

Las aerolíneas estarán obligadas a emitir reembolsos rápidos a los pasajeros en caso de retraso o cancelación de vuelos.

Los retrasos para recibir el reembolso se establecieron en 3 horas o más para vuelos nacionales. Y 6 horas o más para vuelos internacionales.

Con respecto a los cambios significativos en el vuelo, la salida o llegada desde un aeropuerto diferente al reservado o conexiones en aeropuertos diferentes requerirá de un reembolso para el usuario.

Los reembolsos se realizarán en su totalidad en la forma original de pago, ya sea en efectivo, con tarjeta de crédito o en millas aéreas.

Los plazos para los reembolsos son de 7 días para compras con tarjeta de crédito y 20 días para otras formas de pago.

Los pasajeros con otras alteraciones en el vuelo, como la pérdida o retraso en la entrega de maletas o el descenso a una clase de servicio inferior, también tendrán derecho a recibir un reembolso.

Las aerolíneas además deben ofrecer vales de viaje o créditos a los pasajeros que no puedan volar por restricciones gubernamentales o por prescripción médica. Estos serán transferibles y podrán utilizarse durante al menos cinco años a partir de la fecha de su emisión.

Otro aspecto que considera la nueva normativa es el reembolso por servicios no utilizados. Por ejemplo, los pasajeros que paguen por servicios como wifi o selección de asiento que luego no estén disponibles se les devolverá el importe abonado de forma automática.

Costos adicionales

Las aerolíneas tendrán que ser más transparentes con sus tarifas. La norma obliga a dar toda la información de costos adicionales y tasas a los pasajeros antes de que compren sus boletos.

Entre estos adicionales están las tarifas por facturar equipaje, elegir asiento o modificar el vuelo. Esta información deberá ser fácilmente accesible y comprensible para los viajeros. Se prohíben los cargos ocultos y sorpresas que se conocen al momento de pagar.

También exigen a las empresas aéreas informar sobre sus políticas, es decir, deben explicar aspectos como el tamaño y peso permitido del equipaje de mano y facturado, las tarifas por exceso.

Además de que tienen que especificar a los pasajeros los procedimientos en caso de cancelaciones o retrasos, y las condiciones para cambios de fecha o ruta.

Por otra parte, las aerolíneas tendrán un año para implementar la obligación de emitir bonos de viaje y créditos a pasajeros a los que un profesional médico haya aconsejado no volar.

Las nuevas normas se aplican a todos los vuelos de aerolíneas nacionales y a los vuelos con origen o destino en Estados Unidos operados por aerolíneas extranjeras. Las fechas de implementación varían según la medida específica.

Por ejemplo, las aerolíneas ya deben mostrar los cargos adicionales de manera clara y detallada, mientras que tienen un plazo de seis meses para implementar el sistema de reembolsos automáticos.

Se espera que las nuevas normas tengan un impacto positivo en la industria aérea, mejorando la transparencia y la protección del consumidor.