De acuerdo con las últimas encuestas, la demócrata Kamala Harris lleva una pequeña ventaja sobre el republicano Donald Trump. Según el The New York Times, hasta el momento, la candidata está liderando las encuestas con 49% de aprobación sobre un 48% de Trump.
Incluso, ambos candidatos deben llegar a los 270 votos electorales, donde hasta el cierre de esta edición Harris contaba con 226 votos, mientras que Trump tenía 219. De Acuerdo con el analista internacional, Luis Alberto Villamarín, el ambiente electoral se está tornando tenso por las reacciones que puedan llevarse a cabo cuando se anuncie una victoria.
“Desde ya se sabe que si pierde Trump podría confrontar e incluso pueden haber desórdenes civiles. Mientras que si Harris el Congreso de Estados Unidos que tiene una gran cantidad de republicanos se opondrá firmemente a todo lo que haga. En síntesis, la polarización ya está en vigencia y se va a presentar gane quien gane”, concluyó.
Lo que está en juego en Colombia y la región por elecciones en Estados Unidos
El mundo se encuentra a la expectativa sobre el futuro de Estados Unidos por cuenta de las elecciones que se celebran este martes, 5 de noviembre. En la contienda se encuentra la actual vicepresidenta Kamala Harris y el republicano y expresidente Donald Trump. Si bien los comicios generan expectativa, el panorama futuro para América Latina está de nuevo en juego, dependiendo del ganador.
De acuerdo con un análisis de Control Risks, tanto la región como Colombia tienen en juego especialmente las relaciones comerciales, aunque aseguran que una victoria de Donald Trump en las presidenciales tendría efectos descomunales en territorio latinoamericano.
En el caso de Colombia, la consultora destaca que tanto el país, como Venezuela, enfrentan los mayores riesgos de interrupción de las relaciones bilaterales en caso de que Trump gane los comicios. Esto tendría implicaciones directas en la cooperación en materia de seguridad en el caso de Colombia y en la política de sanciones para el segundo.
Otro de los aspectos a resaltar son las consecuencias de la guerra comercial. En ese sentido, es claro que Trump sigue siendo un defensor de los aranceles para reducir el déficit comercial de bienes de Estados Unidos.
Por eso, hasta el momento, el exmandatario ha propuesto promulgar aranceles del 10% y del 20% a las importaciones de todo el mundo y aumentar en un 60% la tributación sobre productos procedentes de China.
“Si bien las implicaciones internas de tales políticas son una parte muy debatida de las campañas electorales, incluso un cumplimiento parcial de esta promesa interrumpiría los flujos comerciales mundiales, golpeando la demanda en las industrias manufactureras de China y causando volatilidad en los mercados de divisas”, destacan.
Para el caso de Colombia, se estima que el país continúa siendo dependiente del mercado estadounidense, pues casi el 30% de las exportaciones tienen la mayor exposición a los aranceles de ese país, por lo que sufriría el mayor golpe al producto interno bruto (PIB) en una presidencia como la de Donald Trump.
Incluso, si se analizan los otros países andinos, se prevé que los principales exportadores de materias primas de naciones como como Perú, Ecuador y Bolivia se verían afectados indirectamente por la reducción de la demanda de insumos minerales y energéticos en China, un mercado importante para las exportaciones de esos territorios.
“Más allá de los efectos comerciales, la volatilidad económica mundial probablemente conduciría a la depreciación de las monedas de los mercados emergentes, creando una nueva fuente de presión inflacionaria en las economías andinas”, dicen.
Esta consultora también proyecta una tensión con dos países en el escenario de que gane Trump las elecciones. En referencia a ello, se establece que la volatilidad se presenciará con Venezuela y Colombia.
El expresidente Trump desde su primera administración intensificó las sanciones contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, en apoyo al intento de la oposición de sacarlo del poder. Por esto, se estima que en caso de una victoria del republicano, se volvería a una estrategia de máxima presión.
“Esto probablemente implicaría la cancelación de las licencias especiales de la era Biden que permiten a las empresas petroleras estadounidenses y europeas operar en Venezuela a pesar de las sanciones”, aseguran.
Así mismo, destacan que la dinámica Trump-Petro introduciría una gran volatilidad en lo que tradicionalmente ha sido una alianza estable, teniendo en cuenta que ambos líderes difieren “radicalmente” en temas que van desde la seguridad y el narcotráfico hasta el clima y la transición energética.
Además, la relación sería polémica y volátil, y Trump utilizaría como moneda de cambio la amenaza de aranceles o de descertificar a Colombia como país cooperante en la lucha contra las drogas.
“Colombia seguirá gozando de apoyo bipartidista en el Congreso y se beneficiará de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Es probable que estas fuentes de estabilidad sean suficientes para evitar una ruptura importante de las relaciones bilaterales, o un realineamiento de Bogotá hacia China”, resaltan.
Migración, seguridad y drogas
Otro de los puntos a destacar es lo que tiene que ver con la políticas de migración, seguridad y antinarcóticos. Respecto a esto, Control Risks detalla que es posible que ambos candidatos adopten diferentes enfoques respecto a esos temas regionales que son claves en América Latina.
Por ejemplo, en materia de migración, durante el primer mandato de Trump se presionó al expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para que adoptara medidas más agresivas para detallar y deportar a los migrantes que pasaban por México en ruta hacia Estados Unidos.
Así, Control Risks sostiene que es posible que esa dinámica continúe en otro mandato de Trump, por los que los Gobiernos de Colombia y Ecuador tendrían que cooperar con las políticas migratorias de Estados Unidos o es posible que se enfrenten a amenazas de aranceles o recortes de ayudas por resistirse.
Mientras tanto, en materia de seguridad y políticas antidrogas, es probable que Trump choque con cualquier gobierno regional que no comparta su apoyo a tácticas como la erradicación forzada de cultivos y las operaciones militares contra las organizaciones narcotraficantes.
“Colombia, donde la producción de coca y cocaína ha aumentado y los grupos armados se han fortalecido bajo el presidente Gustavo Petro, probablemente enfrentará presiones de Washington para adoptar tácticas de línea más dura”, señalan.
Por el contrario al caso colombiano, en Ecuador la estrategia de seguridad militarizada del presidente Daniel Noboa probablemente contaría con un fuerte apoyo de la administración Trump, pero la supervisión de los derechos humanos probablemente se debilitaría. Con Harris en el poder se establecería un ambiente de cooperación y apoyo a los esfuerzos de seguridad.
Ambiente electoral
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se consolidan como unas de las más importantes a nivel mundial. Por eso, la disputa entre Trump y Harris marca la pauta del ambiente electoral considerando que es una contienda reñida.
Según un análisis del Centro de Estudios Económicos Anif, si bien la reducción del desempleo al 4,1% y la desaceleración de la inflación al 2,4% en septiembre de 2024 disminuyen el riesgo de recesión en Estados Unidos, el país aún enfrenta retos económicos para mejorar su desempeño.
Analizando las propuestas de los candidatos, ambos están haciendo campaña con proporciones muy distintas en materia de inflación, déficit fiscal y programas de ayuda social.
Por ejemplo, Anif recalca que Harris propone prohibir la especulación de precios en alimentos, aumentar incentivos para vivienda y reducir los precios de medicamentos, mientras Trump busca subir aranceles de importación del 10% al 20%, e incluso al 60% para China, y desregular la economía para reducir impuestos a empresas y personas.
“Esta elección se perfila como una de las más reñidas en la historia reciente de Estados Unidos. La victoria probablemente se decidirá por márgenes mínimos en los estados péndulo. Por eso, la atención ahora se centra allí, donde cada voto podría ser decisivo para determinar al nuevo o a la nueva mandataria que definirá una nueva agenda en materia económica que incidirá tanto en la economía local como internacional”, afirman.