Eso es lo que los miembros de los comités de inteligencia artificial de la Cámara de Representantes y el Senado de Georgia aprendieron el viernes en una audiencia que contó con testimonios de expertos sobre temas que incluyen el papel de la IA en los hospitales de todo el estado.

Los médicos ya están aprovechando tecnología de punta, como sensores habilitados con IA que pueden predecir cuándo un paciente de alto riesgo está a punto de caerse hasta con 45 segundos de anticipación y permiten que las enfermeras intervengan rápidamente y eviten una lesión.

La IA pronto ayudará a los médicos a revisar rápidamente las tomografías computarizadas, procesar grandes cantidades de datos o supervisar los procedimientos para asegurarse de que no se introduzcan herramientas quirúrgicas en el interior del paciente. La nueva tecnología ya está agilizando tareas aburridas pero importantes, como actualizar la documentación del paciente, afirmó el Dr. Alistair Erskine, director de información y tecnología digital de Emory Healthcare y vicepresidente de salud digital de la Universidad de Emory.

“Tenemos ahora, en directo, 2.000 médicos que utilizan algo llamado escucha ambiental”, dijo. “La escucha ambiental, por si no lo sabías, es una tecnología que evita que un médico tenga que escribir una nota clínica desde cero durante cada visita ambulatoria. El médico entra en la habitación, pide permiso al paciente para grabar la sesión, luego deja el iPhone y tiene una conversación con el paciente, ignorando la computadora, el teclado, el mouse, y puede prestar atención a lo que está sucediendo en la visita”.

El teléfono del médico captura toda la conversación y la convierte en una nota clínica, que puede agregarse a la historia clínica del paciente en cuestión de minutos.

“Por lo tanto, no hay sesgo en cuanto a recordar lo que sucedió en esa visita”, dijo Erskine. “Si atiendes a 60 pacientes por día, lo que sucede con algunos de nuestros urólogos y médicos ortopedistas, puedes imaginar la carga cognitiva asociada con tratar de recordar quién está haciendo qué, y esto se hace automáticamente”.

Pero los grandes cambios pueden traer grandes problemas, y los legisladores preguntaron sobre cuestiones que podrían necesitar abordar en las próximas sesiones.

El senador republicano de Acworth, Ed Setzler, preguntó qué pasaría con las personas que no quisieran que la IA fuera parte de su tratamiento por razones de privacidad.

“A medida que la atención médica avanza hacia un punto en el que los niveles de personal, la presunción es que la práctica de la medicina en un entorno hospitalario pasa a depender de que este tipo de modelos de IA observen a alguien en una habitación”, dijo. “¿La gente realmente tendrá la capacidad de decir: 'No quiero eso. No quiero que me vigilen. No quiero que esto me observe. No quiero tener una grabación de audio de mi delicada conversación con mi médico'?”

Erskine dijo que la ley actual que protege la privacidad del paciente todavía se aplica a la IA médica, pero los países y estados europeos, incluida California, tienen políticas que establecen que las personas tienen derecho a que se borren sus registros o a que no se realicen registros en absoluto.

“La política tiene ahora la oportunidad de hacerlo, pero si alguien tiene una enfermedad grave y desconecta todas las herramientas diseñadas para ayudar a controlarla, puede verse afectado en términos de lo que se recomienda, el médico puede no saber algo que puede salvarle la vida ahora”, dijo. “Es su elección”.

El representante demócrata de Atlanta, Dar'shun Kendrick, preguntó sobre el sesgo cultural o étnico que surge de los algoritmos de IA.

Ese es un problema que los proveedores de salud de Emory ya han enfrentado, dijo Erskine.

“Les daré un ejemplo relacionado con el cuidado de los riñones: existe algo llamado GFR, que es la tasa de filtración glomerular”, dijo. “Se dieron dos números diferentes dependiendo de si eras negro o blanco, y no hay ninguna razón fisiológica para que eso ocurriera. Y lo que descubrimos es que cuando obtenemos algunos de los algoritmos de nuestros proveedores que tienen ese tipo de elementos, podemos descomprimirlos y eliminar algunos parámetros y luego volver a empaquetar esa IA y usarla en lugar de la que realmente se ofrece, por lo que eso se llama desracializar los algoritmos”.

Erskine dijo que los proveedores de salud pueden analizar los resultados de los pacientes y buscar oportunidades para desracializar los datos, pero reconoció que no es perfecto.

Los comités de IA de la Cámara de Representantes y el Senado se han estado reuniendo desde que finalizó la sesión legislativa de este año, discutiendo el impacto potencial de la IA en temas que van desde el tráfico y la infraestructura hasta los negocios y la educación, y qué políticas podría implementar el estado para aprovechar la nueva tecnología.

Está previsto que el próximo mes los comités presenten recomendaciones sobre la legislación que se aprobará una vez que la Asamblea General tome decisiones nuevamente en enero.

Este año, un proyecto de ley respaldado por los líderes republicanos para restringir el uso de falsificaciones profundas generadas por inteligencia artificial en anuncios políticos antes de una elección fue aprobado por la Cámara de Representantes, pero quedó estancado en el Senado después de que algunos legisladores expresaron inquietudes sobre la libertad de expresión. Una legislación similar podría volver a ponerse de moda este año.

El presidente del Comité de Inteligencia Artificial del Senado, John Albers, un republicano de Roswell que también preside el Comité de Seguridad Pública del Senado, ha expresado su interés en encontrar formas en que la IA ayude a los equipos de emergencia, incluso acelerando el envío de llamadas al 911 y ayudando a resolver delitos cibernéticos. Los legisladores también han pedido leyes para evitar que los delincuentes utilicen deepfakes de IA para estafar o realizar deepfakes ilícitos de personas inocentes, especialmente menores.

Al hablar al final de la reunión del viernes, Albers predijo una sesión muy activa en el frente de la IA.

“Sabemos que la inteligencia artificial está cambiando literalmente a diario, pero esto no es el final, ni siquiera es el principio del fin, como dijo Winston Churchill. Tenemos mucho trabajo por delante”, afirmó.

Es posible que parte de la inteligencia de su médico no esté dentro de su cerebro.