Solo a través de la educación se pueden lograr muchas cosas en la vida
Con el Programa Bilingüe “Esperanza”, creado por él e impartido en Fordham University, brinda la oportunidad de completar una licenciatura a adultos de habla hispana.
Juan R. Ávila llegó a New York a finales de los 80. Hoy, más de tres décadas después afirma que se considera un hombre exitoso. “El éxito para mí es hacer lo que amas y ser auténtico mientras lo haces. Todos requerimos de un significado en nuestra vida y creo que tienes éxito cuando has encontrado ese propósito y comprometes tu vida con ese propósito. Gracias a Dios, yo he encontrado eso en mi carrera”.
Ha sido embajador de República Dominicana ante Naciones Unidas durante más de 17 años, lo que señala que es es uno de los más grandes privilegios que le ha dado, primero Dios y, segundo,su país. Para él, la carrera diplomática es apasionante porque es un permanente proceso de ‘construcción’. “La diplomacia es arte y oficio. Y también talento y pasión. En la medida que el resultado del trabajo diplomático exprese una visión del mundo, con sus ideas, aspiraciones y emociones, el arte está presente. El proceso de construcción de acuerdos implica sentimientos, valoraciones y una dosis importante de creatividad. Pero para llegar a esos acuerdos es imprescindible ‘tener oficio’. En realidad, dedicar mucho tiempo, trabajo y paciencia; manejar los tiempos, las herramientas y los mecanismos de una obra en permanente construcción”, expresa Ávila.
Además, se desempeña como director de Fordham University, una universidad jesuita en la ciudad de Nueva York, establecida en 1841 y que se constituye como la universidad católica y jesuita más antigua del noreste de los Estados Unidos y la tercera universidad más antigua del estado de Nueva York.
Como director de la casa de estudios, Juan Ávila apunta que Fordham ha estado siempre en la vanguardia de la transformación digital, por eso durante la pandemia Fordham fue de las pocas universidades donde el impacto de la crisis sanitaria no fue tan fuerte. “Fordham fue de las pocas universidades donde no se despidieron empleados durante la pandemia”, agrega.
En Fordham University, Ávila, ingeniero en Ciencias de la Computación, con maestría en Ciencias de las Matemáticas e Ingeniería de Sistemas, además de Ph.D. en Filosofía, está involucrado en la planificación y manejo del plan de estudios anual de los estudiantes relacionados a cursos de informática e imparte clases de esa área en pregrado. Desarrolló nuevas materias y programas en conjunto con el curso de Ciencias de la Computación, orientados a mejorar la experiencia de aprendizaje, además asiste a otros profesores de la universidad en el desarrollo de nuevos programas para motivar a los estudiantes a sobresalir en sus estudios.,
Ávila conversó con Factor de Éxito sobre su carrera académica, su experiencia en la Gran Manzana como embajador en Naciones Unidas y sobre la educación en la nueva era.
Como representante de RD en una ciudad tan cosmopolita como New York, ¿cuáles han sido las claves para llegar a la posición que hoy tiene?
La clave para yo llegar a ser embajador lo primero es mi formación académica. A través de los años aprendí que solo a través de la educación se pueden lograr muchas cosas en la vida, especialmente para nosotros los que venimos de abajo. Fruto de esa preparación académica participo en un concurso en las Naciones Unidas para trabajar en una organización llamada WAFUNIF (La Asociación Mundial de ex pasantes y becarios de las Naciones Unidas) como director técnico en el 1987. Mi experiencia por más de 17 años en el sistema de las Naciones Unidas y mi formación académica me llevan a la posición de Embajador en las Naciones Unidas en 2004.
¿Cuál considera que ha sido su mayor desafío como dominicano en New York?
Mi mayor desafío como dominicano a mi llegada a la ciudad de New York en el 1987, y después de un estudio sobre el acceso de los hispanos de la primera generación a la educación superior, fue la creación de un programa puente universitario. Yo vi aquí una gran oportunidad de hacer algo por mi comunidad y le propuse a los padres jesuitas de Fordham University la creación del Programa Bilingüe “Esperanza”. El objetivo principal del programa es ofrecer una educación de alta calidad a adultos de habla hispana altamente motivados, que deseen completar una licenciatura, pero que también necesitan mejorar su dominio del idioma inglés, para que así puedan insertarse en la sociedad norteamericana y ayudar a su familia.
¿Cómo la transformación digital que vive el mundo ha cambiado su desempeño profesional como diplomático y como director de la universidad Fordham?
Lo que empezó para muchos hace tiempo como un experimento tímido de teletrabajo, se precipitó y tomó auge durante la pandemia de COVID-19. En mi caso no me afectó tanto porque en las Naciones Unidas la transformación digital es constante, después de los acontecimientos de septiembre 11 esta modalidad se aceleró y ahora con la pandemia la institución ha tenido una transformación casi total. En la universidad ya se había creado una plataforma de clases en línea. Gracias a dios, yo estaba en dos líneas de trabajo donde la transformación digital era y es una prioridad, por eso mi desempeño laboral no cambio mucho en esta transformación digital que vive el mundo hoy.
¿Qué ha sido lo más gratificante de su vida académica en Fordham University?
Además de mi formación académica, el haber recibido de la comunidad Jesuita de los Estados Unidos el mandato de crear el Programa Bilingüe “Esperanza” en Fordham y haber depositado la confianza en mí para su desarrollo.
¿Qué iniciativa ha impulsado usted para apoyar a los estudiantes dominicanos en New York?
Como explique anteriormente, gracias a la creación en Fordham University del Programa Bilingüe Esperanza una gran cantidad de estudiantes dominicanos cambiaron sus vidas. Hoy con mucho orgullo puedo decir que tenemos muchos estudiantes dominicanos egresados de nuestro programa que llegaron a la ciudad de New York con poco inglés que están trabajando en Verizon, las Naciones Unidas, en la Bolsa de Valores, vicepresidente del Chase, en Grupo de Inversiones, profesores en las escuelas públicas, negocios propios y mucho más. Mi trabajo ha sido abrirle una puerta a una educación de calidad a ese grupo de dominicano que por problemas del idioma se le iba hacer difícil penetrar en esta sociedad.
¿Cómo ve a la Republica Dominicana en términos de transformación digital de la educación? ¿Cuáles son las dificultades a vencer?
Vamos un poco lento en la transformación digital. Hay muchos problemas en el sistema educativo nuestro que hay que resolver antes de pensar en la transformación digital. Todavía los niños nuestros no escriben bien con lápiz y papel. Se firmó un pacto por la educación con todas las fuerzas políticas, pero no se cumple. Estamos invirtiendo un 4 % en la educación y seguimos en los últimos lugares a nivel internacional. El reto más grande a mi entender del sistema educativo dominicano es el atraer a los jóvenes profesionales a las aulas de clases.
Para Juan R. Ávila, la educación es simplemente el alma de una sociedad, a medida que pasa de una generación a otra. Cree firmemente que las universidades en línea brindan a todos los miembros de la sociedad la oportunidad de obtener una educación superior y transmitirla a la próxima generación.
“Ciertamente, hemos visto la necesidad de cursos en línea en 2020, ya que durante la pandemia las universidades tuvieron que girar para brindar oportunidades de aprendizaje remoto a sus estudiantes. Sin embargo, al igual que con cualquier elección de educación, existen ventajas y desventajas en la experiencia de educación en línea.
Hay ventajas en obtener un título en línea y ciertos tipos de estudiantes prosperarán en este entorno.
Conveniencia
Con un programa o título en línea, el estudiante puede decidir cuándo y dónde tomar sus cursos. Todo lo que necesitan es una computadora y conexión a Internet para participar en las clases, hablar con los profesores y conectarse con otros estudiantes. Los estudiantes tienen la flexibilidad de iniciar sesión en cualquier momento para revisar el material del curso y cargar tareas. Pueden asistir a clase a tiempo completo o tiempo parcial según se ajuste a su horario. Esta es una de las muchas razones por las que la universidad en línea atrae a los estudiantes que trabajan y/o están formando una familia.
Disponibilidad
Cada año se establecen más escuelas en línea y programas de grado. Tanto las universidades totalmente en línea como las universidades tradicionales ofrecen opciones de certificados, asociados, licenciaturas, maestrías y doctorados. Los estudiantes no están limitados a un área geográfica, pero pueden tomar cursos en instituciones en diferentes estados o incluso países.
Costo
La matrícula en una universidad en línea puede costar tanto o más que la matrícula de los cursos que se toman en el campus. Sin embargo, en su conjunto, asistir a clases en línea ahorrará dinero. Incluso si su estudiante asiste a clases combinadas (en línea y en el campus), ahorrará significativamente en costos de alojamiento y comida y plan de comidas, junto con otras tarifas relacionadas con el uso de los servicios del campus.
Aprendiendo a su propio ritmo
Algunos estudiantes necesitan instrucción en persona e interacción con los maestros para mantenerlos motivados. Otros se sienten cómodos aprendiendo a su propio ritmo e incluso lo prefieren. El tipo de alumno que es capaz de organizarse y seguir su propio ritmo sin la necesidad de recordatorios constantes prosperará en un entorno de aprendizaje a distancia. Los estudiantes pueden tomar algunos cursos a la vez, o duplicarlos para reducir el tiempo necesario para obtener un título.
Ventaja técnica
Un estudiante que toma cursos en línea dominará el uso de tecnología como videoconferencias y administración de contenido. Estas habilidades son valiosas en el lugar de trabajo, ya que las empresas y otras organizaciones dependen de la tecnología para las comunicaciones con empleados, proveedores y clientes.
Los contras
La educación en línea también tiene inconvenientes. No es para todos.
Ofertas de cursos limitadas
Los colegios y universidades todavía están en gran medida comprometidos con la educación de los estudiantes en el campus. Por esta razón, la cantidad de programas de licenciatura totalmente en línea sigue siendo pequeña. Las carreras de STEM, especialmente, requieren capacitación práctica y laboratorios para complementar el plan de estudios del curso. Estas habilidades son difíciles de adquirir únicamente en línea.
Requiere buena gestión del tiempo y habilidades de organización
Los estudiantes que son propensos a posponer las cosas tendrán dificultades para adaptarse al aprendizaje a su propio ritmo. Se necesitan horas de trabajo autodirigido para coordinar el material del curso, las conferencias en línea, los suplementos de video, las tareas, las lecturas asignadas y las discusiones en clase.
Falta de recursos del campus
Hay apoyo para los estudiantes que toman clases completamente en línea, pero los recursos no son tan ricos como los disponibles en el campus. Las bibliotecas físicas que ofrecen material que podría no estar disponible en línea, los laboratorios de computación y tutoría, y los laboratorios de ciencia y tecnología pueden perderse en un entorno puramente virtual.
Requisitos tecnológicos
No todos los estudiantes tienen acceso en casa a las últimas tecnologías, como Internet de alta velocidad, que son esenciales para una experiencia de aprendizaje en línea exitosa. En muchas universidades que hacen la transición a un enfoque de instrucción híbrido en línea/en el campus, las metodologías, las instalaciones y el soporte de TI aún son nuevos y no están completamente implementados. Los estudiantes pueden tener que solucionar sus propios problemas técnicos.
Interacción social limitada
Uno de los beneficios de asistir a la universidad en el campus es la interacción entre pares. Aunque las clases en línea tienen un área de discusión donde los estudiantes pueden chatear y hacer preguntas.