Para crear bases sólidas en liderazgo femenino, es importante que esté en ADN de las compañías
Una mujer que aspira a una posición de liderazgo puede encontrarse con varios obstáculos en el camino como el prejuicio de género, la falta de acceso a oportunidades de desarrollo; falta de flexibilidad en horarios laborales, e incluso limitaciones autoimpuestas
Evangelina Avendaño, lidera Como Directora General de GDS Mexico, la consolidación de la operación proporcionando a las líneas de negocio y sus clientes lo necesario para desarrollar sus servicios desde México, aprovechando el talento local tanto de Ciudad de México como de otras ciudades importantes de la República.
También, tiene la responsabilidad de dar a conocer EY GDS en el mercado laboral mexicano como empresa de tecnología de punta, conectada a una red global que potenciará el talento del país fuera de las fronteras, abonando a la oportunidad existente sobre exportación de conocimiento desde este país norteamericano hacia el mundo.
Esta ingeniera de software TI y MBA, apasionada por la eficiencia y la productividad cree que simplemente hay líderes, sin importar el género. “Los líderes impulsan cambios positivos en el entorno en el que se desenvuelven; también son empáticos con sus colaboradores y promueven su desarrollo para que liberen su máximo potencial”, afirma.
Explica que algunas características que suelen encontrarse en el liderazgo femenino y que transforman la cultura laboral, es que invitan de forma más pronunciada a lo creativo y se incluye de forma más recurrente y podría decirse que hasta natural la dimensión emocional en el espacio laboral, gestando la formación de equipos de alto rendimiento donde predominan la seguridad psicológica y la diversidad y precisamente en entornos con estas características, es dónde los colaboradores logran ver el valor de contar con puntos de vista diversos, lo cual ayuda para romper el pensamiento convencional y para buscar soluciones innovadoras ante la desigualdad.
“Una mujer que aspira a una posición de liderazgo puede encontrarse con varios obstáculos en el camino como el prejuicio de género, la falta de acceso a oportunidades de desarrollo; falta de flexibilidad en horarios laborales, e incluso agregaría por experiencia personal que uno de los obstáculos más importantes son las limitaciones autoimpuestas, pues la forma en que uno se proyecta dictará en buena medida su proyección profesional”, reflexiona Avendaño, que durante sus 14 años en EY, ha ocupado varios puestos de liderazgo.
Añade esta ejecutiva amante de la meditación y Chi Kung, que en “EY GDS reconocemos y valoramos el talento femenino como un elemento clave para el fortalecimiento del sector tecnológico en México, por ello contamos con una oferta laboral sólida y enriquecedora que permite a las mujeres desarrollar sus habilidades y potenciar su liderazgo e innovación y estamos comprometidos por ofrecer un entorno laboral inclusivo, donde todas las voces son escuchadas y se fomenta la diversidad en todos los niveles de la organización”.
De igual manera considera que para crear bases sólidas en el liderazgo femenino, es importante que la apertura al mismo esté en el ADN de la compañía, por eso la importancia de crear una cultura de inclusión y equidad, donde todos los colaboradores puedan sentirse valorados y respetados por igual, independientemente de su género u otras características personales.
“En la creación de esta cultura, es relevante dar oportunidad a mujeres y hombres de forma equitativa en los procesos de reclutamiento, hablando de capacidades no de género, empoderar e impulsar a las mujeres que ya son parte del equipo, reconocer los logros equitativamente, brindar condiciones iguales y como he comentado con anterioridad, fomentar en nuestros equipos la relevancia en el tema de igualdad”, concluye.