Ana Rossina Troncoso nació para comunicar y vive para aprender. Con más de 40 años dedicándose a la comunicación, se ha desempeñado en distintas áreas como la actuación, maestría de ceremonias, locución, presentación de noticias y otras. Siente un gran premio el amar y respetar esta, su pasión, la cual le ha permitido ser parte de hechos históricos que han movido el mundo.

Su sobresaliente trayectoria ha sido forjada en la perseverancia y el respeto al trabajo constante, elementos que señala como claves en el liderazgo femenino. Considera que el tener claro cuál es esa pasión que nos mueve, hace difícil que no alcancemos el objetivo, ya que nos ayuda a motivarnos y desarrollar disciplina, logrando así el éxito y ganarnos nuestro espacio sin dañar a otros para ello.

Más que el conocimiento, expresa que importa más la preparación y no rendirse ante las situaciones; aprendiendo, siguiendo el ejemplo de otros y enfocando las energías en superarnos, actualizarnos y adaptarnos al cambio, siendo estos factores constantes de las organizaciones y la vida misma.

Sobre la pandemia, ha aprendido que no podemos dar nada por sentado, pues podemos tener todo, pero sin la salud nada de eso tiene valor. Hay que disfrutar del ahora, reiterar nuestros agradecimientos a los nuestros y valorar cada minuto, escribiendo historias valiosas que perduren en el tiempo para cuando no estemos presente.